Y, por último, el 25 de diciembre del 2014 llegó a su término el viaje spicodélico que iniciáramos Andate Meiszner, Á Llusá Damiani y El Pato Benítez traídos por Fabio Mella, el encargado de hacer funcionar las palancas y las bocinas de esta maquinaria sonora. El destino final al que nos ha hecho arribar nuestro aéreo devenir no es otro que este avasallante especial, la culminación absoluta del arte radial.
Tras la participación estelar de Don Tangalanga y el portugués en las postrimerías del editorial diseñado por Andate, el juego demente se puso en marcha con varias piezas claves de la bizarrez internetil, todas ellas remixes autotuneados que descargamos del canal de YouTube Soy tan sutil, a todas luces el producto de una mente trastornada. Estas fueron: Los Nintendos, Los Pokimons, ¡Me amarraron como puerco! (La canción del Canaca) y El loco de la mayonesa.
El segundo bloque abrió a todo trapo con Merlín haciendo El arcoiris y el dragón (con un despliegue demoledor del frontman del conjunto, tanto en lo vocal como en lo instrumental), y descendió a las profundidades abisales del ultramundo de la mano de una ignota banda que nos petrificó con una versión inenarrable del clásico de Pink Floyd Comfortably Numb. Sin darnos tiempo a recuperarnos, Los Parraleños dispararon con Sacrificio (fusión de Sacrificio y Rock ‘n Roll de Pier con Cuando calienta el sol de Luis Miguel, que contiene además otros guiños a excelsas composiciones de nuestra música urbana) y luego con Dragon Ball Azul (mezcla de Azul de Cristián Castro con la legendaria canción de apertura de Dragon Ball Z). A su término, el Pity Álvarez homenajeó al gran Roberto Gómez Bolaños y los Rade Vetro hicieron lo propio, aunque solapadamente, con nuestro gurú, el Negro List.
La segunda hora de programa dio inicio con la devastadora Torres gemelas, pergeñada por Delfín Quishpe, emblema ecuatoriano del tecno-folclore (género que asimismo cuenta entre sus paladines a La Tigresa del Oriente y Wendy Sulca), quien luego nos enterró con Todo Hombre es un Minero. El gran Alfredo Casero nos hizo estallar con Soy Batman, mientras que los chicos de PoxyClub nos hicieron probar las mieles de su caretez con Admisitración de empresas y Quiero flashear ser pobre. Para cerrar el segmento, Violencia Rivas se encargó de despejarle a Dread Mar-I la gran duda que lo venía aquejando hasta ese momento.
El cierre estuvo a cargo del nunca bien ponderado Álvaro Clemente, máximo referente de la historia en lo que a hacer de la emisión de la voz un arte se refiere. El Maestro nos ilustró primero con la segunda parte de su ejercicio en 10 octavas (que ni siquiera su teclado es capaz de completar) y luego con una versión impecable de Sweet Child o’ Mine. Para cerrar, nos extasiamos con su particular interpretación de dos clásicos de la música popular del siglo XX: Yesterday, de Paul McCartney, e Imagine, de John Lennon. Entendemos que su ejecución de esta última pieza constituye el cénit absoluto de la expresión humana. Con su radiodifusión damos por finalizada nuestra labor: no hay manera alguna de ir más allá.
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¡Hasta siempre!
WAKA JAWAKA 